¿Necesita México programas al estilo MWM?

Como se desprende de la siguiente Tabla: En Tecnología, México compra casi 10 veces lo que vende.

Fuente: Banco de Mexico para cifras hasta 2001, en adelante con base a las encuestas ESIDET de INEGI-Conacyt

 

Por otro lado, más de la mitad de los estudiantes universitarios en México han optado por carreras de humanidades o administrativas.

La población de Brasil es 1.8 veces la de México. En Brasil se gradúan cada año más de 4 veces los doctores que gradúa México.                  

                                    

En China hoy se están formando cerca de 6 millones de nuevos ingenieros.

En Taiwan, la Nanotecnología se le enseña a los niños mediante juegos y a las personas invidentes por el sistema Braile.

 

La siguiente figura representa la estructura “feudal” de nuestra distribución de riqueza, en relación con el conocimiento científico-tecnológico.

 

Las universidades y los centros de investigación forman el castillo donde el nivel académico es realmente muy alto. La industria nacional, como regla, no forma parte de la vanguardia tecnológica internacional. No es raro encontrar producciones artesanales y obsoletas. Esta asimetría ha generado el importante movimiento hacia la Vinculación Academia-Innovación Tecnológica que vive hoy el país.

Pensando a futuro, el punto crítico de esta estructura se encuentra en la educación básica, el eslabón más pobre de la cadena. Es desafortunadamente frecuente que en la escuela, en la secundaria o en la preparatoria del mismo barrio que la universidad los maestros no dominen la materia que explican.

Esta grave asimetría es la razón de existencia del Proyecto MWM-México. El concepto básico que mueve a CIMAV a participar con la SEC en el Programa Módulos El Mundo de los Materiales es que La academia, además de la Vinculación con la Innovación Tecnológica, puede y debe reforzar significativamente la Vinculación con la Educación Básica.